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viernes, 18 de junio de 2010

Lo nacional en debate

Hemos trabajado con textos literarios que proponen una mirada sobre la patria y los argentinos. En estos tiempos del Bicentenario y el Mundial de fútbol, ¿qué nos representa? ¿cómo nos ven y cómo nos vemos? ¿qué valores se destacan? ¿qué imagen de nosotros se hace evidente en las publicidades y los medios en general?

Consigna de trabajo grupal: observa los videos publicitarios publicados en el blog Lectura de los Medios, lee entradas que sugieran el tema y comenta tu idea sobre lo nacional.Consulta, también, el muro de Facebook de El Ciclo José Hernández donde se publican comentarios referidos al tema: ARGENTINOS!! ...

La idea es que escriban el comentario dando opiniones y justificando las ideas propuestas. Incluyan ejemplos y comparen los textos analizados (literarios, publicitarios, etc.). Publiquen el trabajo en este blog, envíenlo por mail o entreguenlo en clase.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Un clásico nacional: "Martín Fierro"

Acostumbrados a saber de Hernández por la escuela nos resistimos a leer su texto aún sabiéndolo clásico.
Pero, ¿por qué leerlo? ¿Sólo porque pertenece al canon escolar? ¿su valor sigue siendo el mismo que le dió Lugones o Rojas hace un siglo atrás?
¿Qué leemos cuando leemos Martín Fierro? ¿es solo la historia de un gaucho y un compendio de nuestras costumbres más antiguas? ¿por qué se lo sigue adaptando y traduciendo? ¿para qué?

Para empezar:
El contexto: Qué sabemos de los gauchos y su época

viernes, 30 de abril de 2010

Los textos del Bicentenario: repensar "lo argentino" para definir nuestra literatura

miércoles, 10 de junio de 2009

El matadero: el primer relato nacional

La literatura del siglo XIX en nuestro país se caracterizó por su relación directa con las ideas políticas. Estábamos organizando el país y la Literatura dió el poder de sus palabras para la construcción de ideales. Había que usar la palabra como un arma.

Lee el texto de Echeverría y responde:
1) ¿De qué manera se dan estas características? Transcribe citas textuales que puedan ser muestra de sus ideas y marcas de subjetividad del autor(explícita o implícitamente).
Intertextualidad:
Cuando un texto nombra (desde la parodia o la cita) a otro, decimos que se dan elementos de relaciones intertextuales o polifónicas: voces que se unen en la trama del texto y nombran a otro.
2) Descubre en estos ejemplos de qué manera se dan relaciones con El Matadero de Echeverría y cuál es el nuevo punto de vista que adquiere este autor desde el dibujo (y la adaptación).
Ver: Historieta El Matadero de Enrique Breccia en La Argentina en pedazos. Recopilación de Ridardo Piglia
3) ¿Qué capacidades expresivas y literarias tiene una historieta? ¿Quién es Enrique Breccia? Lee el artículo de la publicación El corredor mediterráneo o busca datos en otras fuentes(indicar bibliografía).
4) ¿Por qué se cree que El matadero es la primera ficción argentina? ¿Qué lo diferencia de Facundo de Sarmiento?

Sitios de interés:
Relaciones entre Facundo de Sarmiento y El Matadero de Echeverría.
Opiniones de un lector.


Consultar también (en biblioteca): Manuales de Literatura Argentina. Y "La construcción del imaginario nacional". Cuadernillo 9. Polimodal. Longseller.

domingo, 26 de abril de 2009

Abelardo Castillo y el canon nacional

En el marco de la 35° Feria del Libro en Buenos Aires, Abelardo Castillo fue consultado por periodistas sobre el lugar que ocupan los jóvenes en la Literatura Nacional. Esa pregunta fue el inicio de una charla que nos aclara sus ideas sobre el canon nacional y sobre el lugar de la Literatura en el país y en la sociedad.


Entrevista a Abelardo Castillo

Más sobre Abelardo Castillo y su libro Los recobrados
Manuel Puig, un escritor de quien se habla en presente

En una charla de adncultura se rescató la vigencia del autor de

lanacion.com | Cultura | Domingo 26 de abril de 2009

miércoles, 8 de abril de 2009

Segundo Itinerario de Lectura 2009: ¿Quién escribe en Argentina?

Esta vez, el autor será argentino. Busca en Biblioteca o en la siguiente lista de autores. La idea es que investigues y leas sobre uno de nuestros escritores.
Si buscás en este mismo blog, vas a encontrar información. El el buscador (en color verde) solo tenés que escribir "canon nacional" y hacer ENTER. Como resultado de la búsqueda tendrás dos entradas con información sobre quiénes hicieron y hacen nuestra literatura.

Aquí, una lista (limitada como toda lista) de autores a elegir:

Roberto Arlt
Adolfo Bioy Casares
Jorge Luis Borges
Julio Cortazar
Ricardo Güiraldes
José Hernández
Juan Matías Loiseau
Leopoldo Lugones
Félix Luna
Victoria Ocampo
Carlos Obligado
Ricardo Rojas
Conrado Nalé Roxlo
Ernesto Sábato
Alfonsina Storni
Juan Cruz Varela
María Elena Walsh

Y más...entrevistas audiovisuales:
Los fragmentos de las entrevistas realizadas están disponibles en video, audio y texto.
Escritores entrevistados:

Battista Vicente
Bayer Osvaldo
Belgrano Rawson Eduardo
Birmajer Marcelo
Bodoc Liliana
Caparrós Martín
Castillo Abelardo
Cohen Marcelo
Dal Masetto Antonio
De Santis Pablo
Devetach Laura
Fernández Díaz Jorge
Fogwill Rodolfo
Fontanarrosa Roberto
Forn Juan
Freidemberg Daniel
Gamerro Carlos
García Germán
Giardinelli Mempo
Goloboff Mario
Gorodischer Angélica
Heer Liliana
Heker Liliana
Hernández Juan José
Iparraguirre Sylvia
Kociancich Vlady
Kohan Martín
Laiseca Alberto
Lamborghini Leónidas
Mariño Ricardo
Martínez Guillermo
Martini Juan
Mercado Tununa
Montes Graciela
Pampillo Gloria
Pauls Alan
Pescetti Luis María
Peyceré Nicolás
Piñeiro Claudia
Posse Abel
Roldán Gustavo
Saccomanno Guillermo
Sasturain Juan
Shua Ana María
Schujer Silvia
Siscar Cristina
Steimberg Alicia
Suárez Patricia
Vázquez María Esther
Viñas David
Wolf Ema

No te olvides de consultar la fecha de lectura: a partir del día 10 de abril comenzamos la cuenta regresiva...y la evaluación (según el curso) es 18/19 de mayo. No se olviden.

viernes, 9 de mayo de 2008

La narrativa del siglo XIX: Selección de textos de la literatura universal y nacional

Consigna general:
  1. Leer el texto, analizar sus particularidades, investigar datos biográficos del autor. Determinar los motivos que hacen del texto elegido, un clásico. Investigar detalles de estilo del autor. Señalar las posibilidades significativas del texto en un contexto (el nuestro) que le es ajeno. Ver movimiento cultural y contexto de origen.
  2. Elaborar una Reseña Crítica que incluya los datos anteriores.Teoría sobre Reseña Crítica: buscar en este mismo blog en entradas antiguas (usar el buscador de la columna derecha).


SEGUNDO ITINERARIO DE LECTURAS:
La novela como género. Selección de textos de la Literatura universal

NOVELA DEL SIGLO XVIII Y XIX

1) Robinson Crusoe. Defoe
2) Los viajes de Gulliver. J. Swift
3) Noches blancas. Dostoyeski
4) Los hermanos Karamázov. Dostoyeski
5) Nana. Emile Zola
6) Cumbres Borrascosas. Emely Bronte
7) Madame Bovary. Gustave Flaubert
8) Rojo y negro. Stendhal
9) Eugenia Grandet. Balzac
10) Papá Goriot. Balzac
11) Fausto. Goethe
12) Los novios. Manzoni
13) Ivanhoe. Walter Scott
14) Los tres mosqueteros. Alejandro Dumas
15) El último de los mohicanos. Cooper
16) Moby Dick. Melville
17) La cabaña del Tio Tom. Vencer Stowe
18) La guerra y la paz. Tolstoi
19) El extraño caso del doctor Jekyll y del señor Hyde. Stevenson
20) La letra escarlata. Nathaniel Hawthorne
21) El retrato de Dorian Grey. O. Wilde
22) Las aventuras de Huckleberry Finn. Mark Twain
23) Misericordia. Benito Pérez Galdós.
24) Montecristo. A. Dumas
25) El hombre de la máscara de hierro. A. Dumas
26) Viaje al centro de la tierra. Verne
27) La vuelta al mundo en ochenta días. Verne
28) Cinco semanas en globo. Verne
29) Veinte mil leguas de viaje submarino. Verne
30) La isla del tesoro. Stevenson
31) La dama de las camelias. Dumas
32) David Copperfield. Charles Dickens
33) Canción de navidad. Dickens
34) Jane Eyre. Charlotte Bronte
35) Estudio en escarlata . A. Conan Doyle
36) El signo de los cuatro. A. Conan Doyle
37) Retrato de una dama. Henry James
38) Otra vuelta de tuerca. Henry James

Textos canónicos de la Literatura nacional del siglo XIX.

LA NARRATIVA ARGENTINA EN EL SIGLO XIX
La gauchesca:
39) Martín Fierro. José Hernández
40) Santos Vega, el payador. Rafael Obligado.
41) Fausto. Estanislao del Campo
La biografía:
42) Facundo. Sarmiento.
La novella romántica:
43) Amalia. José Mármol
Escritores de la generación del `80
44) Una excursion a los indios ranqueles. Lucio V. Mansilla
45) Juvenilia. Miguel Cané

Fecha de evaluación de lectura: 20 días a partir de la publicación de la consigna. Reseña: a confirmar.

jueves, 17 de abril de 2008

EL CONCEPTO DE CANON EN LITERATURA


Hacia una definición de la Literatura Nacional
“El canon argentino”

Tomás Eloy Martínez, Suplemento Cultura del diario La Nación, 10 de Noviembre de 1996
En estos finales de siglo, después de incontables y caprichosas variaciones del canon impuestas por la crítica o las cátedras de literatura argentina, son los lectores -parece- los que están reorganizando el mapa de los grandes textos y los que deciden qué se puede dejar de lado. Cada lector, después de todo, va elaborando su propio canon a lo largo de la vida, teniéndolo con los libros que relee por pasión o por deseo, a sabiendas de que otros libros canónicos se le irán quedando en el camino. Cualquier argentino más o menos ilustrado sabe que El Matadero, Facundo, Recuerdo de provincia, Una excursión a los indios ranqueles y Martín Fierro son los textos ineludibles del siglo XIX, pero la mayoría empieza acercándose a ellos por obligación, porque en toda lectura hay un principio de placer pero también de necesidad y de urgencia. ¿Qué se entiende por canon, después de todo? Según el Diccionario de Autoridades (1726), la palabra viene del griego y significa "regla o alguna cosa que se debe creer u observar en adelante". Canon sería, por lo tanto, una variante de dogma; es decir, de algo que está en la antípodas de la libertad encarnada por la literatura. Pero esa definición tiene que ver con los docentes, no con los lectores. Para todo lector, el canon es un ancla, una certeza: aquello de lo que no se puede prescindir porque en los textos del canon hay conocimientos y respuestas sin los cuales uno se perdería algo importante. El canon confiere cierta seguridad a los lectores, les permite saber dónde están parados, cómo es la realidad a la que pertenecen, cuáles son los textos que no deben ignorar. Un canon argentino basado sobre tal principio no podría excluir -en este fin de siglo posterior a Borges, Bioy Casares, Cortázar, Bianco y Manuel Puig- los poemas de Juan Gelman y de Néstor Perlongher, los cuentos de Rodolfo Walsh, las tres primeras y la última novela de Osvaldo Soriano, Respiración artificial y Crítica y ficción de Ricardo Piglia, La vida entera y La máquina de escribir de Juan Martini, El entenado y los poemas de Juan José Saer, Canon de alcoba de Tununa Mercado, La revolución es un sueño eterno de Andrés Rivera, Fuegia de Eduardo Belgrano Rawson, Luz de las crueles provincias de Héctor Tizón y los poemas de Enrique Molina, Olga Orozco y Amelia Biagioni, por citar sólo autores que han pasado ya los cincuenta años o que -en un par de casos- han alcanzado reconocimiento póstumo. Muy pocos de esos libros van a prevalecer, sin embargo, en la memoria implacable de los lectores. Menos aún van a ser releídos. Un personaje de Respiración artificial exponía la duda de manera más explícita: "¿Quién de nosotros escribirá el Facundo?" Hay otro modo de formular la misma pregunta: ¿Cuál de esos textos tendrá el destino central que aún tiene el Facundo? Desde el Centenario, la literatura argentina dispuso siempre de una obra dominante, a menudo inimitable, a partir de la cual se organizaban todas las demás. Harold Bloom ha escrito que el último de nuestros grandes escritores canónicos, Borges, tiene más "fuerza de contaminación que casi ningún otro en este siglo[...] Si se lee a Borges con atención y con frecuencia, cualquiera se convierte en borgiano, porque cuando se lo lee se activa una conciencia de la literatura en la que él ha ido más lejos que ningún otro". Este es uno de los problemas centrales que me propongo analizar en este artículo: el del canon argentino dominado por la sombra terrible de Borges. No estaría de más, sin embargo, intentar antes un ligero repaso de los precursores. El primer libro canonizado fue Martín Fierro, al que Ricardo Rojas y Leopoldo Lugones compararon con el Mio Cid y la Chanson de Roland. Lugones quería elegir un texto que, además de su importancia literaria, tuviera un valor patriótico instrumental y expresara "la vida heroica de la raza" o las esencias argentinas amenazadas por los aluviones migratorios. Ese fue el objetivo de las seis conferencias que dictó en el teatro Odeón, a mediados de junio de 1913, a las que asistieron todos los que eran algo o alguien en Buenos Aires, incluyendo a Roque Sáenz Peña, presidente de la República. La cultura, en esos tiempos (y no la economía, que andaba sola), era el punto de inflexión para entender el país, el elemento que permitía tomar conciencia de quiénes o qué éramos. Desde su cátedra de literatura argentina en la Universidad de Buenos Aires, Ricardo Rojas situó también a Martín Fierro en el núcleo de su propio canon y, en los ocho tomos de La literatura argentina que comenzaron a publicarse en 1917, y además incluyó en la lista de lecturas obligatorias a escritores valiosos que, si bien habían tenido el infortunio de publicar sus obras en la provincia, parecían formar parte de la misma tradición. Rojas fue el primero y el último que se atrevió a ensanchar los márgenes de las letras nacionales. Después de él -y todavía ahora- la enseñanza de la literatura se concentra sólo en los que escriben o publican en la pampa húmeda, como si no hubiera país más allá de esa frontera imprecisa. Buscar el centro, situarse junto al centro aunque uno camine por el costado: tal era -y sigue siendo- la idea del poder en la literatura argentina. Borges tenía razón al decir que los escritores de verdad no buscan el éxito. Si lo hicieran, nunca lo encontrarían. Pero también es verdad que hay una cierta sintonía entre los libros que van a sobrevivir y la época en que se publican: esa coincidencia deriva, a veces, en ventas masivas, como sucedió con todos los grandes textos argentinos del siglo XIX y como sigue sucediendo con Arlt, con Don Segundo Sombra, con La invención de Morel de Bioy y con la obra entera de Borges. Las listas de best sellers no son -ni por asomo- brújulas del canon pero, a la inversa, es raro el libro canónico que, al menos en la Argentina, no haya logrado la aceptación de los lectores. Sucedió con textos difíciles como Los lanzallamas, El hacedor, El informe de Brodie, Rayuela, La traición de Rita Hayworth, y está sucediendo ahora con El farmer, al que nadie podría acusar de seducción demagógica. Ese texto, así como los relatos de Soriano, Martini, Piglia, Belgrano Rawson, Tizón y los poemas de Gelman, han empezado a disolver el tejido que separaba la literatura argentina de su público natural y a restablecer el contacto perdido desde que las Obras Completas de Borges, precisamente, agotaron en pocas semanas su primera edición de diez mil ejemplares. Un libro canónico no es sólo el que se busca para releer sino el que provoca la relectura. Lejos de someterse al lector, lo estimula, excita su inteligencia, lo llena de preguntas. Si al cabo de diez años ya nadie quiere volver a él, puede que nadie vuelva nunca más. Ese rechazo ha sucedido con autores que parecían haber nacido canónicos, como Arturo Capdevila, Manuel Gálvez, Eduardo Mallea, H. A. Murena, a los que el tiempo va convirtiendo en cenizas. Sucede ahora con otros que hace dos o tres décadas parecían candidatos seguros a la celebridad. El canon -sobre todo en la inestable Argentina- es una pregunta perpetua, algo que cada lector hace y rehace día tras día. Tiene un tronco estable, en el que están Sarmiento, Hernández, Lugones y Borges, pero las ramas caen y se levantan al compás de cualquier viento. No hay que lamentarse por esas incertidumbres, puesto que son un signo de libertad. ¿Acaso la libertad, al fin de cuentas, no ha sido siempre el otro nombre de la literatura?
(Cfr. Tomás Eloy Martínez, para el suplemento "Cultura" de La Nación,10 de noviembre de 1996).

Nota :

El canon es más conjunto de obras / autores en cuyo establecimiento pueden intervenir diversos actores sociales: autores, la crítica literaria (periodístico y/o especializada) y el estado y puede centrarse en tres dimensiones: catálogo, modelo y precepto.

Los estudios sobre el canon actual pretenden establecer cuáles obras / autores forman parte del canon (catálogo). Pero conforme se pretende cuestionar o transformar este canon, se pasa de un simple listado a abocarse a la tarea de explicitar categorías que permiten la inclusión / exclusión de obras / autores (modelo). Por último, aquellos estudios que desmitifican la canonicidad de obras, como las novelas del siglo XIX, o que pretenden establecer un nuevo sistema de canonicidad, evidencian, con mayor o menor claridad, que todo canon literario es el resultado "artificial" de criterios de un grupo social que fueron impuestos como verdaderos para la sociedad en general (precepto).

El canon literario varía obviamente -y también de manera no tan obvia- de época en época y de un lector a otro. Lo que causa una fuerte impresión al público en un momento, deja de interesarle en otro... y cada época, en literatura moderna, podría, quizás, admitir una nueva calificación, dividiéndola en sus períodos de literatura de moda.

Sin embargo, a menudo se dice del canon oficial que es bastante estable, si no "totalmente coherente". Y la idea de canon ciertamente implica una colección de obras que sean consideradas en exclusiva como el "completo" (al menos durante un tiempo).

El canon oficial, se institucionaliza mediante la educación, el patrocinio, y el periodismo. Pero cada individuo tiene también su canon personal, obras que ha tenido ocasión de conocer y valorar. Estos dos conjuntos no mantienen una simple relación de inclusión.

De los muchos factores que determinan nuestro canon literario, el género se encuentra sin duda entre los más decisivos. No sólo hay ciertos géneros que, a primera vista se consideran más canónicos que otros, sino que obras o pasajes individuales pueden ser estimados en mayor o menor grado de acuerdo con la categoría de su género.
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martes, 30 de octubre de 2007

El gen argentino: ¿Realmente existe un GEN ARGENTINO?

En Argentina, por TELEFE, se transmitió 'EL GEN ARGENTINO. Buscando al Argentino más grande', un programa que trató de encontrar al argentino que nos representara a todos.
A traves de 8 programas trataron de encontrar al personaje que nos represente, por medio de votaciones del público televidente. Se enfrentaron dos personas de distintas categorías ('Deportes', 'Historia y politica del siglo XIX', 'Historia y politica del siglo XX', 'Artes, ciencias y humanidades', 'Artes populares y periodismo'), de las cuales una sale elegida para la final. El séptimo programa estuvo dedicado a criticar y a mostrar el lado más oscuro de los cinco finalistas y en el octavo se conoce a quien reune El Gen Argentino.


El Gen Argentino, ¿realmente existe?
No sabemos a ciencia cierta si existe este gen, porque no es posible reunir todos los pensamientos de las personas en un solo personaje. Es muy complicado pensar que 'todo lo realmente argentino' esté cautivo en una sola persona. Ira, bronca, amor, corrupcion, felicidad, solidaridad, todo esto ¿Cabe en una sola cabeza? ¿En un solo ser? A nuestro pensar no, pero hay unos cuantos que al leer esta nota quizas piensen que sí. Y si existiera este gen, ¿Qué pensaríamos del que lo tiene? ¿Que es un 'dios'? por así decirlo, que puede tener tantas virtudes y defectos en él; o quizás que no es de este planeta, porque es casi imposible controlar tantos pensamientos.


Para algunos existe, pero, ¿Es San Martin?
Como ya sabrán, en el programa salió como el 'gran argentino' San Martín. Algunos estarán en desacuerdo, otros en completo acuerdo, pero hay una pregunta que todos nos hacemos, ¿Por qué San Martin y no Favaloro? Es algo complicado, porque no se sabe si San Martín es El Gen Argentino, o el que nos gustaría que sea, porque fue El Libertador de América, porque fue un hombre honesto, tuvo una hija ejemplar, o sólo porque representa a todos los políticos de nuestro país, al haber sido ambicioso. Es una duda que siempre nos quedará, a algunos, al pensar si es el gen argentino o es que queremos que lo sea, si en verdad nos representa o queremos que nos vean de esa forma, si es Nuestro Gen o sólo una imitación.


Otra pregunta que se nos cruza, y capaz que a otros también es, ¿Se puede comparar Favaloro con Borges? ¿Un médico de los más prestigiosos con un genio de la literatura? Es algo dificil de analizar, porque no podés comparar a dos personajes tan diferentes; los dos por su lado hicieron mucho por todos ; Favaloro ayudó a la medicina de nuestro país y el mundo, y Borges ayudó mucho a la enseñanza y educación de nuestro país; los dos fueron unos grandes, cada uno en lo suyo, pero no se los puede comparar, es algo ilógico.


También el haber comparado a San Martín con Favaloro es algo medio difícil, porque como ya dijimos de Favaloro, lo mismo digo de San Martín, fue nuestro Libertador y nos salvó de muchas, pero no lo podemos comparar con Favaloro, porque es lo mismo que comparemos unas rosas con una mesa, no tienen nada que ver, pero ese es el reto del programa, saber elegir a quien mas les guste, aunque no se parezcan ni un poquito.
Capaz que dentro de unos años se sigan acordando de este programa y de lo que nos enseñó, al ver la historia de cada uno de los personajes que estuvieron finalistas, y al saber que el Argentino Más Grande, es SAN MARTIN.


Agustina Kamlosky 1º Polimodal D Humanidades