miércoles, 8 de abril de 2009

Segundo Itinerario de Lectura 2009: ¿Quién escribe en Argentina?

Esta vez, el autor será argentino. Busca en Biblioteca o en la siguiente lista de autores. La idea es que investigues y leas sobre uno de nuestros escritores.
Si buscás en este mismo blog, vas a encontrar información. El el buscador (en color verde) solo tenés que escribir "canon nacional" y hacer ENTER. Como resultado de la búsqueda tendrás dos entradas con información sobre quiénes hicieron y hacen nuestra literatura.

Aquí, una lista (limitada como toda lista) de autores a elegir:

Roberto Arlt
Adolfo Bioy Casares
Jorge Luis Borges
Julio Cortazar
Ricardo Güiraldes
José Hernández
Juan Matías Loiseau
Leopoldo Lugones
Félix Luna
Victoria Ocampo
Carlos Obligado
Ricardo Rojas
Conrado Nalé Roxlo
Ernesto Sábato
Alfonsina Storni
Juan Cruz Varela
María Elena Walsh

Y más...entrevistas audiovisuales:
Los fragmentos de las entrevistas realizadas están disponibles en video, audio y texto.
Escritores entrevistados:

Battista Vicente
Bayer Osvaldo
Belgrano Rawson Eduardo
Birmajer Marcelo
Bodoc Liliana
Caparrós Martín
Castillo Abelardo
Cohen Marcelo
Dal Masetto Antonio
De Santis Pablo
Devetach Laura
Fernández Díaz Jorge
Fogwill Rodolfo
Fontanarrosa Roberto
Forn Juan
Freidemberg Daniel
Gamerro Carlos
García Germán
Giardinelli Mempo
Goloboff Mario
Gorodischer Angélica
Heer Liliana
Heker Liliana
Hernández Juan José
Iparraguirre Sylvia
Kociancich Vlady
Kohan Martín
Laiseca Alberto
Lamborghini Leónidas
Mariño Ricardo
Martínez Guillermo
Martini Juan
Mercado Tununa
Montes Graciela
Pampillo Gloria
Pauls Alan
Pescetti Luis María
Peyceré Nicolás
Piñeiro Claudia
Posse Abel
Roldán Gustavo
Saccomanno Guillermo
Sasturain Juan
Shua Ana María
Schujer Silvia
Siscar Cristina
Steimberg Alicia
Suárez Patricia
Vázquez María Esther
Viñas David
Wolf Ema

No te olvides de consultar la fecha de lectura: a partir del día 10 de abril comenzamos la cuenta regresiva...y la evaluación (según el curso) es 18/19 de mayo. No se olviden.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cualquier argentino más o menos ilustrado sabe que El Matadero, Facundo, Recuerdo de provincia, Una excursión a los indios ranqueles y Martín Fierro son los textos ineludibles del siglo XIX, pero la mayoría empieza acercándose a ellos por obligación.
El canon confiere cierta seguridad a los lectores, les permite saber dónde están parados, cómo es la realidad a la que pertenecen, cuáles son los textos que no deben ignorar. Un canon argentino basado sobre tal principio no podría excluir -en este fin de siglo posterior a Borges, Bioy Casares, Cortázar, Bianco y Manuel Puig- los poemas de Juan Gelman y de Néstor Perlongher, los cuentos de Rodolfo Walsh, las tres primeras y la última novela de Osvaldo Soriano, Respiración artificial y Crítica y ficción de Ricardo Piglia, La vida entera y La máquina de escribir de Juan Martini, El entenado y los poemas de Juan José Saer.
Desde el Centenario, la literatura argentina dispuso siempre de una obra dominante, a menudo inimitable, a partir de la cual se organizaban todas las demás.
Si se lee a Borges con atención y con frecuencia, cualquiera se convierte en borgiano, porque cuando se lo lee se activa una conciencia de la literatura en la que él ha ido más lejos que ningún otro".

Anónimo dijo...

Cada lector, después de todo, va elaborando su propio canon a lo largo de la vida, teniéndolo con los libros que relee por pasión o por deseo, a sabiendas de que otros libros canónicos se le irán quedando en el camino. Cualquier argentino más o menos ilustrado sabe que El Matadero, Facundo, Recuerdo de provincia, Una excursión a los indios ranqueles y Martín Fierro son los textos ineludibles del siglo XIX, pero la mayoría empieza acercándose a ellos por obligación, porque en toda lectura hay un principio de placer pero también de necesidad y de urgencia.Un canon argentino basado sobre tal principio no podría excluir -en este fin de siglo posterior a Borges, Bioy Casares, Cortázar, Bianco y Manuel Puig- los poemas de Juan Gelman y de Néstor Perlongher, los cuentos de Rodolfo Walsh, las tres primeras y la última novela de Osvaldo Soriano, Respiración artificial y Crítica y ficción de Ricardo Piglia, La vida entera y La máquina de escribir de Juan Martini, El entenado y los poemas de Juan José Saer, Canon de alcoba de Tununa Mercado, La revolución es un sueño eterno de Andrés Rivera, Fuegia de Eduardo Belgrano Rawson, Luz de las crueles provincias de Héctor Tizón y los poemas de Enrique Molina, Olga Orozco y Amelia Biagioni, por citar sólo autores que han pasado ya los cincuenta años o que -en un par de casos- han alcanzado reconocimiento póstumo. Muy pocos de esos libros van a prevalecer, sin embargo, en la memoria implacable de los lectores.Si se lee a Borges con atención y con frecuencia, cualquiera se convierte en borgiano, porque cuando se lo lee se activa una conciencia de la literatura en la que él ha ido más lejos que ningún otro". Este es uno de los problemas centrales que me propongo analizar en este artículo: el del canon argentino dominado por la sombra terrible de Borges.