El autor sos vos:
Borges nunca pudo escribir una novela pero supongo que –como nadie- hubiera sabido cuándo termina un capítulo y comienza otro. O simplemente, en qué momento un autor decide cambiar la historia o continuarla.
Imaginemos que somos escritores. Esta tarde todo es posible. Hemos decidido contar una historia, el protagonista cobra vida y le inventamos un mundo.
Entonces el reloj marca un tiempo que avanza; las palabras se desperezan y empezamos a narrar. El personaje se anima a la vida que le damos -como nosotros a la escritura. Elige, se equivoca, pide ayuda y vuelve a empezar.
Después de un gran suceso: el nacimiento de un hijo; el encuentro con un amigo que vuelve...el personaje cambia, crece, decide por sí mismo. Y la historia continúa.
Por eso, ahora, que queremos llegar al final de un capítulo y dar vuelta la hoja, ¿cómo se hace para terminar?
En la Literatura los finales son fáciles. Llegan cuando uno quiere. La ficción lo hace posible. Y en ese juego extraño de la palabra y el deseo nos animamos a todo.
En la vida, terminar un capítulo y comenzar otro puede ser más difícil.
Si la metáfora aún nos sirve entenderán que en la vida –como en la Literatura- hay héroes y villanos; protagonistas y personajes secundarios. El que decide quién es quién en la vida –como en la Literatura- es el autor. Siempre sos vos.
No voy a pedirte que escribas la novela que Borges no quiso escribir. Pero sí quiero que inventes un futuro y te animes a vivirlo tal como lo imaginás. Los finales felices llegarán tarde o temprano sólo habrá que hacer lo que hay que hacer para alcanzarlos.
Tal vez no tendrán demasiadas certezas sobre qué es y qué no es la Literatura pero habrán aprendido a ser, en estos tiempos de escuela y adolescencia, autor y personaje de la única historia real que es la historia de sus vidas.
Con o sin Literatura anímense a soñar. Anímense a creer que los sueños son posibles en tiempos en que muy pocas cosas ocurren felizmente.
Ahora entonces sí: lápiz y papel...a escribir. A seguir. Ustedes ya saben cómo.
Vale borrar y volver a empezar.
Andrea.
Borges nunca pudo escribir una novela pero supongo que –como nadie- hubiera sabido cuándo termina un capítulo y comienza otro. O simplemente, en qué momento un autor decide cambiar la historia o continuarla.
Imaginemos que somos escritores. Esta tarde todo es posible. Hemos decidido contar una historia, el protagonista cobra vida y le inventamos un mundo.
Entonces el reloj marca un tiempo que avanza; las palabras se desperezan y empezamos a narrar. El personaje se anima a la vida que le damos -como nosotros a la escritura. Elige, se equivoca, pide ayuda y vuelve a empezar.
Después de un gran suceso: el nacimiento de un hijo; el encuentro con un amigo que vuelve...el personaje cambia, crece, decide por sí mismo. Y la historia continúa.
Por eso, ahora, que queremos llegar al final de un capítulo y dar vuelta la hoja, ¿cómo se hace para terminar?
En la Literatura los finales son fáciles. Llegan cuando uno quiere. La ficción lo hace posible. Y en ese juego extraño de la palabra y el deseo nos animamos a todo.
En la vida, terminar un capítulo y comenzar otro puede ser más difícil.
Si la metáfora aún nos sirve entenderán que en la vida –como en la Literatura- hay héroes y villanos; protagonistas y personajes secundarios. El que decide quién es quién en la vida –como en la Literatura- es el autor. Siempre sos vos.
No voy a pedirte que escribas la novela que Borges no quiso escribir. Pero sí quiero que inventes un futuro y te animes a vivirlo tal como lo imaginás. Los finales felices llegarán tarde o temprano sólo habrá que hacer lo que hay que hacer para alcanzarlos.
Tal vez no tendrán demasiadas certezas sobre qué es y qué no es la Literatura pero habrán aprendido a ser, en estos tiempos de escuela y adolescencia, autor y personaje de la única historia real que es la historia de sus vidas.
Con o sin Literatura anímense a soñar. Anímense a creer que los sueños son posibles en tiempos en que muy pocas cosas ocurren felizmente.
Ahora entonces sí: lápiz y papel...a escribir. A seguir. Ustedes ya saben cómo.
Vale borrar y volver a empezar.
Andrea.